domingo, 7 de abril de 2013

HISTORIA Y VIDA 12


ŸHistoria y vida. Antonia Cruz Cortez
Nos da gusto señores lectores  hacer este tipo de trabajos, en donde el pueblo participa contando sus historias y sentires de los acontecimientos vividos y de sus trabajos por el paso de esta vida, memorias imborrables de su paso.




Hoy es el caso de la señora Antonia Cruz, quien naciera el 6 de marzo de 1930, frente casi de la garita hoy biblioteca pública, y en frente del estero del pozo, vecinos con Antonio  Silva, y quienes se cambiaran al tiempo  cerca de Risamara con chupadora, y hoy actualmente vive por la calle Campeche # 194.
Doña Toña nos comenta que de muy joven empezó a trabajar en las palapas de la playa del borrego, una de ellas fue con Manuela Delgado, en La Conga de Juan Aranguré y la señora Raquel, también con doña Felipa, “casi recorrí todas las palapas de la playa, después me dedique a sacar ostión, nos íbamos al rey a buscarlo por todas las raíces, bajos y sacábamos almeja cerca de los espigones de la piedra de la virgen, a veces nos íbamos en la panga aprovechando la marea baja.  Sacamos langosta con atarraya y las manos cuando se atoraban en la arena, con la bajada de la marea y a vender el producto sacado por las calles, recuerdo cuando cargábamos las bolsas de ostión por toda la orilla, después de sacarlos, realmente era cansado, -Entre sus recuerdos nos comenta- antes nos cruzaban en canoa al rey, me tocó cuando hicieron el puente del conchal no el nuevo que esta, sino el que se cayó, no había antes carretera se daba vuelta por Navarrete, para ir a Talpa se iba en burro, nos cuenta también que enfrente del jardín Juárez existió un club Azteca donde se hacían bailes en aquella época (donde está el DIF).
 -Y ahora, ¿qué hace, doña Toña?
- Ay hijo, ya no puedo ni caminar, ya me asoleo y me agito, ya uso este tubo (un inhalador) y uno de jodido…, fíjate que en campaña me visitaron mucho los regidores y me prometieron ayudar, sólo Regino vino apoyarme  con la medicina que yo necesito, tengo alguna medicina que  vale como $700.00 pesos, y es de por vida, otros regidores  también me dijeron que me apoyarían y es hora hijo, ¡que los sigo esperando!  Tanto dinero que ganan y no apoyan en nada esta gente, yo antes podía ir a la presidencia a pedirle al tesorero, pero hoy ya no puedo, me canso”,  nos comenta doña Antonia,  de 83 años, lamentando su situación.¤


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