Comunidad Indígena Nueva Villa de San Blas
Las concesiones de hectáreas que las autoridades agrarias han venido haciendo a la Comunidad Indígena Nueva Villa de San Blas han inquietado a buena parte de la población.
Para arrojar un poco de luz sobre el asunto, entrevistamos al señor Jorge Rodríguez, vocal de la agrupación, y le hicimos una serie de preguntas.
-Si los documentos que dan legitimidad a la Comunidad Indígena no son los que solicitó el C. Nicolás Plantillas, como habíamos mencionado, y se encuentran en el archivo parroquial, ¿no puede obtenerse una fotocopia?
-No, porque ya no se encuentran en el archivo parroquial, sino que fueron entregados al Tribunal Superior Agrario, en la Cd. de México.
-Si la Nueva Villa es de San Blas, ¿por qué la integran personas de otros municipios y de otros estados?
-Porque no nacieron aquí; pero hicieron su vida aquí, y son sanblaseños de hecho y de derecho. Yo por ejemplo nací en Santiago Ixcuintla, pero llevo más de 35 años viviendo aquí. Desde su fundación, San Blas se pobló con gente de otros lugares.
Después de 40 años, en 1998 se nos otorgaron por decreto presidencial más de 1 500 hectáreas entre zonas est5uarinas y lagunas.
-¿Hay quienes se opongan al desarrollo de la Comunidad Indígena Nueva Villa?
-Sí, son gente que cree que van a salir perjudicadas, pero es al revés. Lamentablemente, algunos miembros poseídos por la estupidez han dicho a la gente que vamos a quitarles sus terrenos, sus casas donde viven. La Nueva Villa, que encabeza el Sr. Baltazar Partida no va a pelear ni con la colonia Benito Juárez ni con nadie. Sería el peor error. Hay mucha gente que llega de Tepic y acapara terrenos.
En todo caso, lo que haríamos con los terrenos mostrencos, que no tienen dueño, e irregulares, los negociaríamos con la colonia Benito Juárez o con el Instituto para la Promoción de la Vivienda en Nayarit, Iprovinay.
En cuanto a los Prestadores de Servicios Turísticos de las Islitas, son concesiones federales por las que anualmente pagan 3 mil pesos a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales –Semarnat-; nosotros podríamos contribuir con 1 mil pesos, así ellos se beneficiarían al reducir su carga fiscal.
-¿Cuáles son los beneficios que la Nueva Villa implica para San Blas?
-Los beneficios son para los agremiados, que son 226 personas, e implicaría desarrollos ecoturísticos y el ordenamiento ecológico de los manglares.
-Se supone una discontinuidad en el régimen de gobierno a partir de la independencia de la corona española y el nacimiento de México como república.
-Entre 1800 y 1820 –en eso no estoy seguro- se otorga la merced virreinal para la formación del núcleo, y esos papeles quedaron resguardados en la Iglesia.
-¿La posesión de la Nueva Villa no afecta el medio ambiente?
-No, al contrario, le vamos a poner freno a la depredación y al mismo tiempo una Unidad de Medio Ambiente –UMA- o colchón ecológico, porque son varias hectáreas de manglares susceptibles a la recepción de proyectos ecoturísticos, pero nuestras lagunas son del estero del Rey, de Pericos, de Tascoza, de los Sauces, la de Urracas, hasta la boca segada son nuestros humedales.
Ah, pero es que ellos no son indígenas
En seguida Jorge Rodríguez hace una serie de reflexiones.
“¿Por qué se le hace novedad a la gente?
Muchos cometen el error de decir: “pero la comunidad es indígena y ellos no son indígenas”. Y yo me pregunto: ¿y el mestizaje, de qué sirvió? Mi abuelo es de Ixtlán del Río y era cien por ciento huichol, él daba bola en los bules de Santiago, y no me avergüenzo porque es un trabajo honesto.
SOY güero por54que mi padre era de ascendencia francesa.
Yo pienso que los que critican la Nueva Villa de San Blas están criticando sus propi8as raíces.
Las hectáreas de John Allen Selley, el gringo de la Casa Blanca, no están en conflicto con la Nueva Villa porque ya están desincorporadas y las van a hacer zonas urbanas.
La Comunidad Indígenas Nueva Villa está agarrando auge porque antes era un puñado de personas que se aprovechaban, como los Hernández, los Regalado, los Chávez; y como te decía, ahora somos más de doscientas gentes de todo el municipio. Además, los estatutos de la Nueva Villa establecen que por ser tierras comunales, nadie es dueño de nada. Hasta que se hagan terrenos ejidales se podrá distribuir con igualdad.
No sólo en San Blas hay tierras comunales, en el país hay cientos de comunidades indígenas, pero en gobierno no les reconoce el derecho.
En su momento negociaremos los terrenos concedidos a los huicholes, y ya estamos en pláticas con el gobierno del Estado.
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